Reducir la ingesta de carnes y lácteos se ha identificado como una de las estrategias más eficientes en la mitigación del impacto medioambiental que tienen los sistemas alimentarios, incluyendo el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el uso de tierras y el uso de agua potable.
Imagen: diferencias al reemplazar porción por porción en (A) Densidad nutricional, (B) Reducción de riesgo de enfermedades (cardiovasculares, accidente cerebrovascular y cáncer), (C) Impacto medioambiental y (D) Costo monetario.
En este estudio, se realiza un análisis de 24 alternativas a las carnes y a los lácteos que integra las diferencias en densidad nutricional, salud, medioambiente y costo monetario.
Alimentos no procesados basados en plantas como las legumbres son los que mejores resultados obtienen en este análisis, ¡en los 4 criterios! Es decir, reemplazar las carnes por las legumbres, en una escala de 1 porción por 1 porción, puede tener un impacto positivo en mitigar el impacto medioambiental, mejorar la nutrición, prevenir enfermedades y reducir los costos monetarios de la alimentación.
En contraste, reemplazar carnes o lácteos por productos vegetales más procesados, puede tener menores beneficios, y en algunos casos, mayores costos monetarios para los consumidores que elegir productos vegetales sin procesar, sin embargo, siguen ofreciendo mayores beneficios que las carnes y lácteos en este análisis.
¡Atrévete con el cambio! Esperamos que este y otros estudios sirvan de guía para tomar mejores decisiones a la hora de elegir qué comer. Por el planeta, nuestra salud y nuestro bolsillo.