Este estudio involucra a más de 3 millones de participantes y muestra que ¡ser dueño de un perro se asocia con una reducción del 24% en el riesgo de mortalidad a largo plazo!
Además, el análisis muestra que los dueños de perros tienen una presión arterial sistólica más baja y niveles más bajos de triglicéridos en comparación con los no dueños de perros.
El simple acto de acariciar a un perro puede reducir la presión arterial, y otro mecanismo adicional podría ser la actividad física por pasear a los perros.
Cuidar de un perro es, realmente, cuidar de uno mismo también.
Accede al artículo aquí:
Kramer, C., Mehmood, S., & Suen, R. (2019). Dog ownership and survival: A systematic review and meta-analysis. Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes, 12(10), e005554. https://doi.org/10.1161/CIRCOUTCOMES.119.005554
Blog escrito por: Dra. María Ignacia Pérez Rossi