En 1983, se realizó un gran estudio por muchos conocido en el área de la medicina y la nutrición: el “estudio de China”. En este estudio ecológico, se realizaron encuestas alimentarias y se tomaron muestras de orina y de sangre a personas en China rural, de 65 regiones y 130 pueblos, incluyendo los datos de un total de 6500 adultos (50 por pueblo, con un 50% de mujeres y un 50% de hombres).
Se analizaron rigurosamente los datos de estas muestras y encuestas, junto al registro de más de 50 enfermedades, incluyendo 7 tipos de cánceres, en toda esta población.
Se observó que las características de la dieta de estas personas en China eran sustancialmente diferentes a las características de la dieta de sociedades occidentales:
- El promedio de proteína animal consumido en China era de la décima parte del promedio consumido en EEUU (1% calorías VS 10% calorías)
- La cantidad de grasa total consumida en China era menos de la mitad de la que se consumía en EEUU (14% calorías VS 36% calorías)
- La ingesta de fibra era 3 veces más alta que la consumida en EEUU (33 gr/día VS 11 gr/día)
A lo anterior, se suman los resultados sobre varias enfermedades, que eran sustancialmente distintos entre esta muestra de China y EEUU:
- Colesterol plasmático total de los adultos en China fue de 127 mg/dL en promedio, comparado con el de adultos de EEUU que era 203 mg/dL en promedio
- La mortalidad por enfermedad de las arterias coronarias en EEUU fue 16,7 veces mayor para hombres y 5,6 veces mayor para mujeres que sus contrapartes chinas.
- Los índices de otras enfermedades también se vieron relacionadas a factores dietéticos (incluyendo cánceres de colon, pulmón, mama, estómago, hepático, leucemia y diabetes, entre otros).
Los resultados de este estudio se condicen con el volumen de evidencia actual que consistentemente asocia la ingesta de grasas totales y de proteína animal con las enfermedades más comunes de nuestra era y con la principal causa de mortalidad de los adultos mayores en países occidentales: la enfermedad de las arterias coronarias.
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Campbell TC et al. Am J Cardiol 1998 Nov 26;82(10B):18T-21T. doi: 10.1016/s0002-9149(98)00718-8
Blog escrito por: Dra. Francisca Soto-Aguilar B.