Existe una relación fuerte entre la presencia de productos animales en nuestra dieta y su impacto medioambiental, incluyendo:
Emisiones de gases de invernadero
Utilización de tierras
Utilización de aguas
Eutroficación
Biodiversidad
A la luz de estos resultados, se vuelve fundamental cambiar nuestra dieta y sistemas alimentarios hacia una que contenga significativamente menos productos de origen animal, como acción climática urgente.